El dolor agudo normalmente ocurre repentinamente y puede deberse a una enfermedad, trauma/lesión o cirugía. También puede ser muy intenso, pero afortunadamente desaparecerá cuando se haya resuelto el motivo del dolor o el tejido se haya curado. Es importante asegurarse de que se trata adecuadamente, de lo contrario el dolor agudo puede durar excesivamente y generar conductas o posturas «analgésicas» que pueden favorecer la persistencia del propio dolor.

Ejemplos de causas pueden ser:

  • Trauma
  • Esfuerzo excesivo durante un entrenamiento o actividad laboral
  • Cambios bruscos en la postura o postura incorrecta
  • Quemaduras
  • Fracturas
  • Cirugía

Dolor crónico

Sufrir de dolor crónico puede ser agotador, ya que es persistente y puede durar meses o incluso años. El nivel de dolor puede variar de un día a otro, de leve a intenso. A veces se desconoce la causa raíz del dolor, otras veces se conoce, como una lesión pasada (dolor postraumático crónico) o una enfermedad crónica.

Algunos ejemplos de dolor crónico pueden ser:

  • Algunas formas de dolores de cabeza
  • Osteoartritis, artritis y otros dolores musculoesqueléticos
  • Dolor neuropático
  • Dolor por cáncer
  • Dolor visceral profundo
  • Dolor postquirúrgico o postraumático crónico