El dolor agudo normalmente ocurre repentinamente y puede deberse a una enfermedad, trauma/lesión o cirugía. También puede ser muy intenso, pero afortunadamente desaparecerá cuando se haya resuelto el motivo del dolor o el tejido se haya curado. Es importante asegurarse de que se trata adecuadamente, de lo contrario el dolor agudo puede durar excesivamente y generar conductas o posturas «analgésicas» que pueden favorecer la persistencia del propio dolor.
Ejemplos de causas pueden ser:
Sufrir de dolor crónico puede ser agotador, ya que es persistente y puede durar meses o incluso años. El nivel de dolor puede variar de un día a otro, de leve a intenso. A veces se desconoce la causa raíz del dolor, otras veces se conoce, como una lesión pasada (dolor postraumático crónico) o una enfermedad crónica.
Algunos ejemplos de dolor crónico pueden ser: