Aprenda sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para su tipo de dolor, para que pueda volver a hacer las pequeñas cosas que le dan alegría.
Consejos para controlar el dolor de rodilla
Para que se sienta mejor y vuelva a sus actividades diarias normales lo antes posible, hemos desarrollado consejos para ayudarlo a controlar su dolor de rodilla.
Consejos de estilo de vida
El tratamiento del dolor de rodilla varía dependiendo de si el dolor de rodilla es agudo, persistente o recurrente. El dolor agudo es de corta duración y puede ser el resultado de una lesión traumática en la articulación o los tejidos blandos que rodean la rodilla. El dolor persistente o recurrente es más probable que se deba a una afección subyacente, a menudo osteoartritis.
Para el tratamiento del dolor de rodilla en caso de dolor agudo, se puede utilizar el método PRICE (Proteger, Descansar, Hielo, Compresión, Elevación):
- PROTEGER: Proteger la articulación: use un aparato ortopédico o vendaje para proteger la articulación durante la recuperación
- DESCANSO: Descanse la articulación – Cuando el dolor está en la fase aguda inicial, es bueno descansar la articulación. El uso inmediato puede agravar el dolor, haciendo que la recuperación sea más larga.
- ICE: Aplique hielo en la articulación – La aplicación de hielo en la articulación puede reducir la inflamación. Asegúrese de envolver la bolsa de hielo en una toalla antes de aplicarla. No aplique la compresa de hielo directamente sobre la piel desnuda.
- COMPRESIÓN: Comprimir la articulación (vendaje) – Use vendajes elásticos para aliviar el dolor
- ELEVACIÓN: Levante la articulación – Eleve la articulación por encima del nivel del corazón.
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Reposo
El descanso es necesario para la reparación de tejidos. Continuar moviéndose puede empeorar una rodilla ya dolorida. Póngase cómodo y prepárese para sentarse o acostarse durante los primeros días después de su lesión de rodilla.
Hielo
El frío puede ser útil para reducir el dolor agudo y la inflamación en los primeros días después de una lesión. Aplique una compresa o compresa de hielo en la rodilla durante todo el día. Nunca aplique una compresa de hielo directamente sobre la piel. En su lugar, envuélvalo en una toalla delgada y luego colócalo sobre tu rodilla.
Compresión
La compresión puede ayudar a reducir la hinchazón. Envuelva cuidadosamente la rodilla con un vendaje elástico. Tenga cuidado de no envolver el vendaje demasiado apretado o aplicar una compresión excesiva, ya que esto puede interferir con la circulación sanguínea. Eso no sería bueno.
Levantamiento
El levantamiento también ayuda a reducir la hinchazón. Levante la rodilla mientras está en reposo.
Para el tratamiento del dolor de rodilla en caso de dolor persistente o recurrente, existen varios tratamientos no farmacológicos que pueden ayudarle.
Aquí hay cuatro consejos para el manejo del dolor de rodilla que pueden ayudarlo a recuperarse y comenzar a disfrutar del movimiento nuevamente:
1. Ejercicio y estiramientos
Muévase más y pase menos tiempo sentado durante el día para controlar el dolor de rodilla. Si sufre de dolor de rodilla debido a la osteoartritis, mantenerse activo promueve la movilidad y la función, así como mejorar el estado de ánimo, una ventaja para enfrentar cualquier desafío. Dependiendo de su condición, los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan 150 minutos de actividad por semana para mantener y mejorar la salud de las articulaciones. Los ejercicios para el dolor de rodilla pueden ser muy efectivos para reducir el dolor con el tiempo.
2. Mantén un peso saludable
Mantener un peso corporal adecuado es esencial para evitar sobrecargar las articulaciones, especialmente las rodillas. Siga una dieta equilibrada y manténgase activo para mantener un peso saludable; Esto puede ayudarle a evitar el uso de medicamentos para tratar el dolor de rodilla.
3. Terapia de calor y frío
La terapia alterna de calor y frío en la rodilla adolorida puede reducir la rigidez y aumentar la movilidad de las articulaciones de la rodilla.
4. Cambios en la dieta
Cada vez se realizan más investigaciones para averiguar si hay alimentos que ayudan a reducir la inflamación. La dieta mediterránea rica en cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, pescado y carne en bajas cantidades y aceite de oliva la convierten en una dieta rica en carbohidratos complejos, fibra, vitaminas, minerales y ácidos grasos omega 3 y omega 9 que pueden ayudar a reducir la inflamación y, por lo tanto, ayudar a controlar el dolor.